Historia

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En el año de 1639 tres vecinos de este pueblo de las familias de los Portales y los Iglesias pescando en el río Jarama, al sacar la red hizo esta tanto peso que apenas podían los tres traerla a la orilla, solo hallaron en ella una cosa que aprecia raygon de árbol arrojándole al agua y siguiendo sobre ella sin sumergirse y despidiendo al mismo tiempo unas luces muy brillantes. Al ver esto aquellos hombres, entraron por el, le reconocieron con cuidado y vieron que era imagen de Jesucristo sin brazos, vinieron con ella al momento, y de común acuerdo se le hicieron las diligencias para colocarla en la Parroquia. Era a la sazón Arzobispo de Toledo el cardenal Infante D. Fernando con cuya licencia se colocó en la capilla que se erigió para ella. Para ponerla nombre; escribieron en cuatro cédulas los siguientes, Aguas, Injurias, Agravios y Ultrajes, por tres veces echaron suertes y en todas salió la primera la de Ultrajes. De aquí viene el llamarse el Santísimo Cristo de los Ultrajes.

En la misma urna, donde está ésta efigie hay otra de la propia figura de color encarnado que dicen es de coral, la cual fue hallada en el molino que había de papel jurisdicción de esta Villa, del modo siguiente.

Estaban moliendo los trapos para hacer el papel y repentinamente se pararon los mazos. Ignorando la causa los molineros, hicieron los mayores esfuerzos para hacerlos andar mas no pudieron conseguirlo. Registraron con todo cuidado alrededor de los mazos y debajo y no encontraron mas que una alpargata, apenas la sacaron volvieron a andar los mazos como antes, miraron dentro de la alpargata y vieron que estaba en ella la tal Imagen, y por esto discurrieron que los mazos se habían parado por providencia particular de Dios.

A esta efigie no se la da mas nombre que de la materia de que consta y así se llama Santísimo Cristo del Coral.